martes, 26 de noviembre de 2013

La gotera

Tac. Parió una gotita hermosa; le dio un nombre; la alimentó; lloró cuando la vio evaporarse...
Tac. Parió una gotita hermosa; le dio un nombre; la alimentó...
Tac. Parió una gotita hermosa; le dio un nombre...
Tac. Parió una gotita hermosa...
Tac.

Así comenzó la historia
Dicho lo anterior, el escritor de metaficción terminó su relato.

Miedos
Puse un nombre de mujer a todos mis miedos para terminar con ellos de un solo tajo; pero cuando clavé el cuchillo en su vientre y me manchó su sangre, me asusté de nuevo.


Alberto Enríquez: (México, DF, 1985).
Foto: “Calma”, MaeC.

No hay comentarios: